¿Te has sentido muy deprimida, desmotivada y abrumada con la vida? ¿Estás cansada y estresada con frecuencia, o notas cambios significativos en tu peso? Tal vez sientas que ya no tiene sentido levantarte por las mañanas o incluso hacer cualquier actividad.
Es posible que estés experimentando agotamiento, que puede parecerse mucho a la depresión e incluso puede conducir a la depresión, pero tiene diferentes causas. Es importante reconocer cuándo estás agotada para que puedas tomar las medidas necesarias para recuperarte antes de que se convierta en depresión.
¿Qué es el Burnout y sus síntomas?
El burnout es un estado de agotamiento que se produce como resultado del estrés repetido y prolongado. Por lo general, se desarrolla lentamente con el tiempo cuando sientes que no puedes cumplir con las demandas cotidianas, ya sea en el hogar o en el lugar de trabajo. Eventualmente, puedes sentir ganas de darte por vencida porque se siente imposible estar al tanto de todo. Los últimos 3 años de experimentar todos los cambios de la pandemia ha sido la tormenta ideal en la que muchas mujeres han desarrollado un estado de agotamiento.
Los síntomas del Burnout incluyen:
Fatiga física, emocional, o mental
Dolores musculares
Dolores de cabeza
Enfermarse con frecuencia
Aislamiento social
Bajo rendimiento en el trabajo
Problemas para dormirse o permanecer dormida
fatiga
Sentirse desesperanzada
La depresión, por otro lado, es un trastorno del estado de ánimo que puede tener una causa química o emocional. Para ser diagnosticada, debe incluir una combinación de síntomas que duren más de dos semanas y que impactan el funcionamiento de la mujer en el trabajo o el hogar. El agotamiento puede convertirse en depresión si no se trata de inmediato.
Toma Descansos para Evitar el Agotamiento
Una de las mejores maneras de adelantarse al burnout o revertirlo una vez que ha comenzado es tomar descansos. Esto va desde un breve descanso para tomar café de 10 minutos a mitad de la mañana hasta un año sabático subsidiado por su lugar de trabajo.
Estos son los diferentes tipos de descansos que puedes tomar:
Toma Descansos Diarios
Para recargar energía durante el día y al final del día, nutre tu cuerpo con comida, toma descansos mentales, descansa, conéctate con amigos y familiares, practica un pasatiempo, has ejercicio, o practica tu espiritualidad.
Estos pueden ser breves descansos intercalados a lo largo de tu jornada laboral como mejor te parezca. Si tienes un trabajo de tiempo completo, tienes derecho a una cierta cantidad de estos breves descansos por día (aparte de la hora del almuerzo). Consulta tu manual del empleado para saber a qué tienes derecho, ¡y úsalos! Si trabajas desde casa o eres ama de casa, es posible que tengas más flexibilidad para tomar descansos más largos.
Cuando se evitan los descansos a lo largo del día, esto puede conllevar a sentirte agotada y sin energía mental o emocional, y sentir que no puedes dar más a tus hijos y esposo. Los descansos diarios te ayudarán a mantenerte con energía emocional y mental. Evitar cuidar de tí misma y de tus necesidades básicas puede conducir al autocastigo y al resentimiento.
Toma Descansos al Final de la Semana
Al final de la semana, usa tus días libres para ocuparte de las tareas que no puedes hacer durante la semana (es decir, tareas más complicadas, organizar su espacio o limpiar la casa). Pero también asegúrate de hacer tiempo para descansar y vincularse con tu familia y amigos participando en actividades divertidas.
Has una lista de una tarea que necesitas hacer durante el fin de semana y una actividad divertida que puedes hacer con tu familia. De esta manera tendrás un equilibrio entre la productividad y la diversión.
Toma Vacaciones
Si está experimentando burnout, una de las mejores maneras de recuperarte es tomando un descanso prolongado o unas vacaciones, si puedes hacerlo. Esto te dará el descanso que tu mente y cuerpo necesitan para restablecerse y refrescarse al volver a tu trabajo. Este también es un buen momento para construir grandes recuerdos con tu familia y explorar nuevos lugares.
¡Usa cualquier tiempo de vacaciones que tu o tu esposo tengan del trabajo y planifique un gran viaje! Incluso si vas a algún lugar cercano, solo el cambio de escenario te refrescará. ¡Intenta no planificar demasiadas actividades, porque entonces no tendrás tiempo para relajarte! Mantén un equilibrio entre actividades divertidas y tiempo libre durante tus vacaciones.
Tómate un Año Sabático
No todos tienen el privilegio de tomar un año sabático, sin embargo, si lo haces, esta puede ser una manera increíble de recargar y enfocar tu visión en la vida. Es esencialmente unas vacaciones extendidas (que pueden durar hasta un año) el cual tu empleador te seguirá pagando.
Puede haber o no estipulaciones adjuntas por parte de tu empleador (por ejemplo, si eres profesora, podría ser con fines de investigación), pero de cualquier manera te brindará un tiempo significativo para descansar lejos de las exigencias de la vida diaria.
Si se te otorga un año sabático, utilízalo como una oportunidad para ir a un lugar significativo para ti (o incluso para quedarse en casa con tu familia). Participa en prácticas durante este tiempo que cultiven un profundo descanso y alegría. Volverás al trabajo sintiéndote renovada y con una nueva perspectiva.
Detén el Burnout en Seco
No tienes que dejar que el agotamiento te lleve por el camino de la depresión: toma el control de tu salud mental ahora. Reconoce los síntomas del agotamiento y se proactiva tomando los descansos que necesitas para volver a un espacio saludable.
Por supuesto, si te encuentras en un episodio de depresión, siempre hay esperanza. En Florecer Family Counseling estamos más que equipadas para ayudarte a encontrar el camino de regreso a tí misma y encontrar la sanidad emocional.No dudes en comunicarte!
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